Los usos actuales son como electrodos, elementos calefactores y emisores de campo, y como filamentos en bombillas y tubos de rayos catódicos. El tungsteno se utiliza comúnmente en aleaciones de metales pesados, como el acero rápido, a partir del cual se fabrican las herramientas de corte. También se utiliza en las llamadas 'superaleaciones' para formar recubrimientos resistentes al desgaste.